El matrimonio es la unión física, moral y legal de dos individuos que deciden empezar a compartir sus vidas y convertirse en una sola entidad, desde siempre ha sido un símbolo de unión.
A veces, sin embargo, esta unión puede fracasar, debido a que uno o ambos cónyuges recurren a la separación. Una vez alcanzada esta condición de disolución del matrimonio, se plantean diversas dificultades y problemas que requieren la remisión a la autoridad judicial. Uno de los posibles problemas que pueden surgir es el de mantener o no el apellido adquirido. De hecho, hay casos en los que, para la esposa, ahora conocida por el apellido adquirido, es difícil volver al apellido original. Esta situación puede no ser comprendida por muchos, pero para algunas esposas, especialmente después de muchos años de matrimonio a sus espaldas y habiendo utilizado este apellido adquirido durante la mayor parte de su vida, es realmente difícil cederlo. Y es una condición que se manifiesta más a menudo de lo que se cree.
En concreto, para llamar la atención sobre este tema, hubo un caso concreto que tuvo como protagonista a una mujer que, tras llevar y utilizar el apellido de su marido, un famoso médico durante 25 años decidió impugnar la sentencia del Tribunal de Apelación. Entre los motivos de su recurso se encuentra la ilegalidad e inaplicación del art. 5, párrafo tercero, de la Ley nº 898/1970, según el cual: "el tribunal, en la sentencia con la que pronuncie la disolución o cesación de los efectos civiles del matrimonio, podrá autorizar a la mujer que lo solicite a conservar el apellido de su marido añadido al suyo cuando se trate de un interés de sus hijos dignos de protección".
En conclusión, el Tribunal de Casación, en el auto nº 654 de 11 de enero de 2022, declaró inadmisible el recurso, al considerar que el carácter genérico de las pruebas, formuladas por la defensa, no apoyaba la solicitud de utilización del apellido ni demostraba la existencia del presupuesto de un interés concreto e impresionante. Ya que, a partir de la documentación presentada, no estaba claro cómo el apellido del excónyuge podía representar una identificación de la mujer desde el punto de vista social y personal.
Luisanna Accardo
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